Con la aprobación de la reforma, Francia se dota de un marco fiscal que permite la consolidación de la industria nacional, la atracción de empresas extranjeras, la creación de puestos de trabajo y el fortalecimiento de todo el ecosistema del videojuego. Las medidas tienen como objetivo reducir el déficit de competitividad de las empresas de producción de videojuegos establecidas en Francia contra países como Canadá, Estados Unidos o Australia, que ofrecen incentivos fiscales muy generosos para la creación de videojuegos.
El conjunto de medidas, propuestas por la patronal francesa del videojuego SNJV ya en 2005 e inicialmente adoptada en 2008, se quedó en seguida corto y la industria solicitó su reforma durante varios años.
La reforma ahora aprobada se centra en cambios en los criterios de elegibilidad para las producciones con el fin de (1) hacer juegos elegibles para adultos (ausencia de escenas de violencia extrema), (2) bajar el límite de elegibilidad para las producciones a 100.000 € y (3) ampliar el alcance de gasto tenido en cuenta para el cálculo del crédito fiscal.
Francia cuenta ahora con una política fiscal líder en Europa y que está considerada como una de las más atractivas en el mundo.